Los videojuegos, tal y como cualquier otra empresa del entretenimiento, tiene que satisfacer las necesidades de su amplio público. Desde los pequeños niños, hasta personas de la tercera edad. Por eso, encontramos en las tiendas y en Internet para descargar, videojuegos donde niños de tres años pueden entretenerse dibujando y creando cosas hasta títulos donde hay sexo explícito, uso de drogas, vandalismo, etc; para los mayores de edad. No digo que los videojugadores busquemos eso en un juego, pero se entiende que es algo que viene implícito en las historias y personajes que probamos, y por ende así lo asimilamos.
La industria tiene varios programas de clasificación de contenidos dependiendo el continente [si quieren conocerlos acá dediqué una entrada a este tema], por lo tanto hay alguien que se preocupa por vigilar qué juega cada uno de los compradores. Desafortunadamente esto no pasa acá, y por eso vemos padres que compran juegos violentos a sus hijos, seguramente sin saber qué es lo que están llevando a casa y a lo que pueden estar exponiendo a sus propios hijos [este tema también lo traté acá]. Sin embargo, los últimos meses, más exactamente desde agosto del año pasado, hemos visto cómo los gobiernos empiezan a meter las manos en una industria que hasta el momento no habían molestado.
En ese mes, Hugo Chávez, presidente de Venezuela, empezó una "cacería de brujas" contra los videojuegos y los videojugadores. Desafortunadamente esta cacería terminó este mes con la entrada en vigor de la ley que prohíbe los videojuegos violentos en el país vecino. Esta ley prohíbe la posesión, venta, importación o distribución de juegos violentos, con penas que van hasta los cinco años de cárcel para los que comercien con ellos y entre dos mil y cuatro mil unidades tributarias para los compradores [estas unidades vienen siendo como los Salarios Mínimos Legales Vigentes].
Chávez arremete contra PlayStation y Barbie en su programa Aló Presidente
La ley prohíbe concretamente los "videojuegos o programas que pueden usarse en computadores personales, máquinas recreativas, consolas, dispositivos portátiles o teléfonos móviles, o cualquier otro dispositivo electrónico o telefónico, que contengan información o imágenes que promuevan o inciten la violencia y el uso de armas".
Toda una locura desde dónde se le vea. Y no lo digo en sí por los videojuegos. Diría lo mismo si al señor Chávez mañana le da por prohibir los mismos contenidos en el cine, en medios impresos, etc. La irónico es que una ley de ese tipo venga de un gobierno guerrerista como el venezolano. Pero no me meto en temas políticos porque acá hablo es de videojuegos.
La Asamblea Nacional votó por unanimidad esta ley, que en pocas palabras resumió el diputado venezolano a uno noticiero de ese país de la siguiente manera: ""No pretendemos que una ley como esta vaya a resolver definitivamente el problema de la violencia en el país, pero sí queremos destacar que será un elemento importantísimo en la formación pacífica de nuestros niños y adolescentes, futuros hombres y mujeres del país".
Yo la verdad sigo pensando que los videojuegos ni vuelven guerreristas ni pacifistas a quienes los juegan. Todo radica en los valores que nos inculcan en casa nuestros padres y las personas con las que andamos en la vida.
En su lugar, Chávez recomienda a las empresas venezolanas, que regresen a juegos tradicionales como el trompo, el yoyo y otros que por acá en Colombia también conocemos y disfrutamos lo suficiente en nuestra infancia. Sí, jugar yoyo, trompo, canicas, escondidas, yermis, etc, era muy bueno, me hacía pasar todas mis vacaciones en la calle de 8 de la mañana a 9 de la noche jugando; pero creo que esa etapa por lo menos para mí quedó atrás, es de los mejores recuerdos que hay en el pasado de mi vida, pero no creo que deban regresar para remplazar a los videojuegos, que sigan siendo una buena opción, eso es. Nada de imposiciones.
Esta semana me encontré con que en Suiza y Alemania, también hay vientos de promulgar leyes semejantes a la de Venezuela, que básicamente impedirían la venta, distribución y desarrollo de videojuegos que se consideren inapropiados. Entre ellos seguramente se verían afectados algunos títulos que el sistema PEGI clasifica para mayores de 16 años, y todos los que son para mayores de 18.
El año pasado, en un pequeño pueblo de Alemania, un joven de 17 años entró a su colegio y mató a tiros a 15 personas entre 14 y 15 años. Las acusaciones cayeron sobre su padre, quien tenía un arsenal en su casa; pero también sobre los videojuegos; y es precisamente a raíz de este triste hecho, que el gobierno alemán quiere hacer algo como lo que hizo Venezuela y se piensa hacer en Suiza: prohibir los videojuegos violentos. La batuta al parecer la ha tomado el señor Heini Schmitt, jefe del sindicato de la Policía Nacional de Alemania, quien dijo: "Es bien sabido que en toda situación de explosiones de violencia que han sucedido, el responsable tenía una notable adicción a los conocidos como 'killergames' [juegos de asesinos, literalmente]. Su modus operandi es impresionantemente similar al de los ejemplos virtuales".
Por esto, el director ejecutivo de Crytek, Cevat Yerli, dijo el año pasado que la compañía desarrolladora del famoso Crysis, abandonaría Alemania si se aprueba dicha ley que tiene el apoyo de los 16 representantes regionales. Al igual que el de Chávez, este rumor empezó a tomar fuerza en agosto de 2009; lo que el peligro es inminente aún en este país.
Por su parte, los videojugadores germanos ya colectaron 64 mil firmas, que harán que el parlamento revise a fondo dicha iniciativa.
Como ven este es un panorama oscuro para nuestra principal forma de entretenimiento. Esperemos que por acá se preocupen más por los verdaderos causantes de la violencia, y no nos salgan con una perla como estas. Por ahora disfrutemos de los videojuegos y hagamos relucir todas las buenas cosas que ellos nos traen.
¿Qué opinan de lo sucedido en Venezuela y de lo que puede suceder en Suiza y Alemania? ¿Es doble moral?
#TweetsAndVintageGames
Como les comenté en la anterior entrada, la escena de los amantes de los videojuegos en Bogotá es bien activa. Hace dos semanas exactamente se realizó una reunión de tuiteros llamada #TweetsAndVintageGames, donde la idea era llevar los tesoros más preciados de su colección de videojuegos, mostrarlos, chicanear de ellos y obviamente pasar un buen rato recordando esos juegos clásicos que nos enamoraron hace 20 años y que hoy en día se nos dificultan pasar, o por lo menos a mí sí.
Autor: ShigeruSan
Fuente: eltiempo.com
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