El vuelo sin tripulantes se realizó el martes pasado y en vez de sensores térmicos para la detección de nidos de insurgentes, el aparato fue equipado con 11 instrumentos para tomar muestras de gases invernadero y contaminantes atmosféricos, dijeron fuentes de la agencia espacial estadounidense.
El avión despegó desde el Centro Dresden de Investigación de Vuelos de la NASA en el desierto de Mojave (California) y durante 14 horas recorrió una distancia de más de 8.000 kilómetros.
Fabricado por la empresa aeronáutica Northrop Grumman la nave voló a unos 20.000 metros, el doble de la altura que recorren los aviones comerciales, y su información fue transmitida a los ordenadores del control de vuelo por vía satélite a los ordenadores del Centro Dresden.
Debido a su autonomía y a la capacidad de volar a gran altura durante 30 horas, el aparato es ideal para captar la información sobre el estado atmosférico, manifestó hoy en una declaración Paul Newman, uno de los científicos encargados de su misión.
"Ninguna otra plataforma científica proporciona esa capacidad para tomar muestras de los fenómenos atmosféricos que evolucionan con mucha rapidez", añadió.
Los científicos también esperan utilizar la nave para estudiar formaciones climáticas originadas en las zonas polares y así como para la observación de la reducción en la capa de ozono.
Fuente: EPA
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